La podiatría es la parte de la cirugía veterinaria encargada del tratamiento de las enfermedades del pie de nuestros animales.
Las cojeras son uno de los principales motivos por los que se solicita asistencia veterinaria. Durante años, esta especialidad ha sido prácticamente olvidada en el ejercicio clínico de nuestra profesión, si bien en los últimos años y gracias al empeño de algunos profesores de cirugía veterinaria, está volviendo a tomarse en consideración, máxime cuando las pérdidas que estas patologías causan en los diferentes sistemas de producción del ganado vacuno, pueden ser más que considerables.
Aparte de las labores encaminadas a la curación o paliación de los problemas que causan cojeras en el ganado, hay una importante labor de prevención a realizar, empezando por una buena selección de los animales que vamos a utilizar como reproductores en lo que a los aplomos se refiere, ya que la heredabilidad de la conformación de las extremidades es bastante alta, y terminando por el manejo de la alimentación. Sobre estos dos pilares fundamentales se asientan las bases de una buena salud podal.
Los problemas de cojeras suelen ser más frecuentes cuanto más selecta es la raza a la que pertenecen. Además, el ambiente en el que viven, su alimentación y el sistema de manejo van a determinar en gran medida la frecuencia de aparición de estos problemas y su gravedad.
En general y, al margen de lo acertado o no de ello, los sementales son los animales de mayor valor dentro de una ganadería, debido a que su valor genético se multiplica por el número de vacas que va cubrir, esperando de él que suponga una mejora genética en los terneros con respecto a sus progenitores. El problema radica en que los defectos que éste pueda tener, se van a multiplicar en la misma magnitud. De ahí que sea tan importante elegir a un buen toro si ha de ser el semental de nuestra ganadería.
Muchos toros han sido desechados por problemas de cojeras, que los inhabilitan para su función dentro de la explotación al no poder seguir a las vacas y mucho menos cubrirlas. Actualmente muchos de esos problemas tienen solución, más o menos fácil ciertamente, en función de la gravedad del problema, que en parte está definida por cuán rápido se le presta atención al mismo.
Las fracturas verticales de la sustancia córnea de la pezuña, las úlceras y el tiloma o flemón interdigital son algunos de los problemas que más frecuentemente afectan a nuestros toros. Mayoritariamente se tratará de problemas relacionados con la infosura, y derivados de una gestión inadecuada de su alimentación.
Muchos toros han sido desechados por problemas de cojeras, al no poder seguir a las vacas y mucho menos cubrirlas. Actualmente muchos de esos problemas tienen solución, en función de la gravedad del problema y cuán rápido se le presta atención
En el caso de las vacas de producción cárnica, los problemas suelen ser tanto más frecuentes cuanto más selecta es la raza a la que pertenecen. La razón no es otra que los malos aplomos heredados. Las extremidades producen poca carne y de poco valor. Si bien se le presta cada vez más atención a esta parte de su anatomía, el factor de corrección que se le aplica a la hora de valorarla la relega a un segundo plano, especialmente si se considera en comparación con las partes más valiosas en cuanto a la producción de carne se refiere.
Además, el ambiente en el que viven y su alimentación van a determinar en gran medida la frecuencia de aparición de estos problemas y su gravedad. No es lo mismo una vaca Morucha criada en la dehesa, su ambiente natural, que una vaca de raza cárnica procedente de un ambiente muy distinto en esas mismas condiciones. El sistema de manejo extensivo, intensivo o intermedios, también va a inclinar en un sentido u otro la balanza. Finalmente, la cantidad y calidad de los alimentos con que su dieta es suplementada, va a tener un papel vital en el desarrollo de enfermedades que afectan al pie bovino.
La vaca de leche es la “especialista” por excelencia en el ganado vacuno, el “fórmula 1” por decirlo así. Dado su altísimo nivel de exigencia productiva, la frecuencia con la que los problemas del pie aparecen es mayor que en sus congéneres de aptitud cárnica y, generalmente, más graves.
Las pérdidas en la producción lechera de un animal con una locomoción que puntúa 3 o más, pueden llegar al 30 o 35%, siendo además 8 veces más probable que sean desechadas que sus colegas sanas o con mejor locomoción. Esto supone mucho dinero para un establo productor de leche, y en las condiciones de producción actuales, es simplemente inasumible mantener estos animales en la granja.
Los problemas más usuales, aparte del sobrecrecimiento por falta de desgaste especialmente si se descuidan los recortes rutinarios, son las dermatitis y las úlceras en lumbres, aunque desgraciadamente no faltan otras muchas patologías como la doble suela y cualquier otra relacionada con la infosura, lo más difícil de controlar, ya que mantener una producción lechera semejante, requiere del uso de raciones muy energéticas.
Además del uso de “zapatos” para el tratamiento de las enfermedades más frecuentes del pie como se ha mencionado antes, hay otras técnicas más o menos invasivas que se enmarcan dentro de las terapias ortopédicas y que se usan tanto en sementales como vacas independientemente de su aptitud productiva.
Tales son el uso de callos (herraduras para vacuno) adaptados al pie bovino para solucionar determinados problemas, resinas sintéticas usadas para reconstrucciones de pezuña, infiltraciones articulares, amputaciones digitales, etc…
Pero en Servet utilizamos también técnicas regenerativas más modernas usadas en caballos de deporte, para animales valiosos como sementales selectos o toros de lidia, como puede ser el Plasma Rico en Plaquetas (PRP).
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8 Magazine Salamanca
El 30 de abril 2021 se emitió un nuevo reportaje sobre nuestros tratamientos de podología. Puedes verlo también en nuestro perfil de Facebook
